Las franquicias peruanas benefician a la industria

Las franquicias interlatinas han experimentado un notable auge a lo largo de 2015 y se espera que este crecimiento también continúe en 2016. La reducción de las fronteras, los tratados de libre comercio y pactos nacionales han incentivado el beneficio industrial gracias a la exportación de franquicias entre países latinos.

En el caso de la moda, por ejemplo, las marcas peruanas como Michelle Belau, Renzo Costa o Calzado Lalalove, están cosechando excelentes resultados y estudian exportar su franquicia a Colombia, México o Panamá.

Brokers locales y promotores buscan alianzas estratégicas con marcas de otros países, lo que les facilita conseguir un poco más de control sobre las tiendas nuevas.

La mayoría de las empresas peruanas son de tamaño mediano y disponen de una producción limitada. Es por eso por lo que lo ideal es que el franquiciado trabaje muy de cerca con la empresa matriz, de modo que pueda lograr mejores resultados, que se adapten lo máximo posible a las exigencias y necesidades del mercado. Los tiempos de las franquicias genéricas en Perú han quedado atrás.

Por qué la tasa de fracaso es importante al emprender un negocio

Según Giancarlo Vial, gerente comercial de la compañía peruana Lulipa Lengerie, una cadena de franquicias dedicada al mundo de la lencería, el 80% de las ideas emprendedoras fracasan en el quinto año de existencia. Sin embargo, esta tasa de fracaso se reduce al 20% cuando se trata de una franquicia.

La tasa de fracaso es un indicador que nos muestra que montar una empresa es una tarea muy compleja que depende de muchos factores; no que nuestra idea de negocio tenga que ser mala y no llegue a funcionar.

No todos los motivos del fracaso están relacionados con la valía del emprendedor, si éste ha hecho bien su trabajo, o no. Simplemente, puede ser que el mercado no esté atravesando un buen momento, o que los gustos de los consumidores hayan cambiado en poco tiempo debido a alguna novedad o moda, o una gran cantidad de motivos.

Hay emprendedores que consiguen lo que desean después de fracasar con varios negocios y aprender mucho de sus errores. Sin embargo, algunos empresarios no pueden, ni están dispuestos a esperar tanto tiempo.

En estos casos, la franquicia es un sistema de negocio donde nos sumamos a una marca ya consolidada, con unos procedimientos de trabajo validados por el mercado y que están generando beneficios. Si lo que queremos es montar un negocio y tratar de ir sobre seguro, la forma de tener mayores probabilidades de evitar un sonoro fracaso es abrir una franquicia.

Fracasar con una idea de negocio no es necesariamente malo; muchos grandes éxitos han salido de grandes fracasos. Si no se intenta algo, es imposible conseguirlo. La cuestión para el emprendedor es plantearse cuáles son sus prioridades, cuál es el nivel de riesgo que está dispuesto a asumir.

El cash flow en las franquicias de restauración

El cash flow o flujo de caja consiste en las entradas y salidas de dinero líquido que salen de tesorería. Controlar el cash flow nos permite mantener un nivel de endeudamiento o gasto aceptable para poder hacer frente a los pagos en el tiempo y forma convenidos.

Cuando se trata de una franquicia del sector de la restauración, generalmente hablamos de empresas con un alto número de ventas cada día. Sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que no por el hecho de que la caja esté llena significa que se ha ganado mucho dinero, ya que hay efectuar pagos a proveedores, impuestos, compras de existencias, hipoteca del local o cualquier otro elemento.

Es precisamente esa enorme cantidad de entrada de dinero lo que fomenta que, en ocasiones, si no se lleva una gestión adecuada del flujo de caja, el empresario pueda encontrarse con un problema cuando tiene que hacer frente a algún pago y ha gastado más dinero del que realmente podía gastarse.

Los buenos empresarios saben que el dinero no son los meros billetes, sino la diferencia entre los ingresos y costes. Es importante marcar una hoja de ruta y tener un calendario de pagos, que ha de cumplirse fielmente, teniendo en cuenta también que la empresa atravesará períodos de recuperación de la liquidez en muy poco tiempo.

Un dato importante también es saber que al beneficio bruto de la empresa hay que restar los intereses y amortizaciones necesarias, ya que es necesario efectuar inversiones en bienes de equipo para poder mantener la empresa en condiciones.

Por suerte, algunos de los gastos de la franquicia corren a cuenta del franquiciador, como por ejemplo la inversión en publicidad, en los casos en los que por ejemplo no se paga un canon de publicidad, pero la empresa efectúa este servicio.

Perú alcanzará las 50 franquicias en el extranjero, según experto

Tal como ha señalado el director de Educación Ejecutiva de la Universidad del Pacífico, Juan Carlos Mathews, para el año 2016 Perú pasará de contar con 31 franquicias en el extranjero a unas 50. La razón de esta gran expansión se debe a la experiencia acumulada en la internacionalización de las franquicias, que les hará más fácil abrirse a otros mercados.

No obstante, algo que también destaca Mathews es que la expansión de las franquicias peruanas en el extranjero no sólo estará concentrada en el sector gastronómico, principal eje de la empresa peruana en el exterior. Otros sectores como la moda, el calzado, la belleza, los artículos de decoración y los gimnasios también se postulan como abiertos a internacionalización.

Los principales mercados serán Centroamérica y Sudamérica, si bien las empresas peruanas se irán aproximando poco a poco a algunas ciudades como Miami y San Francisco, en Estados Unidos, o Madrid, la capital española. El experto Juan Carlos Mathews tampoco descarta que puedan llegar a mercados más lejanos, como por ejemplo el sudeste asiático e India.

Así está el negocio de las franquicias en Perú

El desarrollo de las franquicias en Perú se caracteriza por una alta penetración en el mercado internacional y un alto ritmo de crecimiento que lo sitúa como uno de los países con mayor proyección en toda Latinoamérica.

Actualmente, existen alrededor de unas 350 franquicias en Perú, donde 200 serían extranjeras y 150 nacionales, lo que quiere decir que la franquicia local representa prácticamente el 40% del total de franquiciados. Esa cifra ha aumentado hasta las 480 franquicias al cerrar el año 2014.

El ritmo de crecimiento anual es muy alto (del 25% en 2014), por lo que se espera que en los próximos años se convertirá en una referencia del mercado de las franquicias, a la par con Brasil y México.

La gran mayoría de las franquicias (en torno a un 70%) pertenece al sector de la gastronomía, que es la piedra angular del negocio de las franquicias y que ha permitido aumentar su facturación no solo por las ventas locales, sino sobre todo por las exportaciones.

Los principales mercados de destino de las franquicias peruanas son Chile, El Salvador, Ecuador, Panamá y otros países de Centro América y Sudamérica. También tiene una gran penetración en el mercado español y el estadounidense.

El promedio de inversión para crear una franquicia se encuentra en torno a los 15.000 dólares, si sólo se cuenta el canon de ingreso y la adquisición de la franquicia. Algunos conceptos superan los 50.000 dólares. La facturación a finales del año pasado fue de alrededor unos US$1.250 millones de dólares.

Durante los años 90, aparecieron las primeras marcas nacionales bajo el modelo de franquicia. La Romana, Mediterráneo, China Wok, Bembos y Pardos Chicken son algunas de las más importantes. La 'marca Perú' tiene una alta consideración en el mercado internacional gracias al auge de la cocina peruana.

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