Abrir una franquicia: qué hay que tener en cuenta
Iniciar un negocio propio supone tomar una importante decisión personal. Ante tal empresa, es muy importante hacer una autoevaluación de las características personales, empresariales y económicas de cada individuo en particular.
En el caso de que la elección sea una franquicia, esto es lo que todo emprendedor debe considerar:
- Lo primero a valorar son las características personales del franquiciado, teniendo en cuenta intereses y gustos personales.
- Hay que tener la madurez para asumir directrices y métodos de trabajo del franquiciador, renunciando a la independencia de la que podría gozarse en otros tipos de modelo de negocio.
- Hay que acumular suficiente información antes de formalizar la adquisición. En este punto es imprescindible investigar sobre el concepto de negocio, la competencia y el desarrollo concreto de la franquicia.
- Muy importante resulta también verificar la solvencia económica y profesional del negocio.
- Analizar la ubicación y cuadro de exclusividades (territorial y de aprovisionamiento) en el que se desarrollará la actividad comercial.
- Finalmente, aunque igual de fundamental, estudiar la inversión con abogados o consultores expertos en franquicia y entender la perspectiva empresarial del negocio a corto, medio y largo plazo.
Otros aspectos importantes:
Lo económico, por supuesto. Es necesario, asegurarse de conocer de modo detallado todo lo necesario en relación a las obligaciones económicas que asumirá sobre el cánon de entrada, los royalties de explotación, los de publicidad, inversiones de implantación, adecuación o decoración, antes de formalizar la franquicia.
Es importante destacar que ante cualquier duda se debe consultar con un profesional con experiencia en franquicia, será una garantía más del éxito del proyecto.